Bárbara Figueroa y proyecto de modernización laboral: “El llamado tiene que ser a no legislar”
Líder sindical asegura que las mesas de trabajo lideradas por la cartera de Nicolás Monckeberg fueron “una puesta en escena”, ya que el proyecto ya estaría en manos del Presidente.
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Preocupada se encuentra la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, respecto al proyecto de modernización laboral en el que por estos días analiza el Ejecutivo.
Para la líder sindical, el escenario es complejo y significará que la Central despliegue una serie de conversaciones con la oposición para preparar lo que será la “defensa” de la reforma de Michelle Bachelet, como la prohibición del reemplazo interno en caso de huelga.
Pero para ella, el actuar de la multisindical y la oposición no debe terminar allí, debe traducirse, además, en la elaboración de una propuesta del sector. “Estamos obligados, como trabajadores y oposición, a construir un proyecto de ley alternativo. Es la única manera de que pongamos el foco en los temas reales que están aquejando a los trabajadores y trabajadoras”, dijo.
- ¿Qué opina de las propuestas laborales que se presentaron el viernes?
- Muchas de las centrales que ahora participaron en la mesa de trabajo con el gobierno, fueron muy críticas del proyecto laboral de Bachelet porque no profundizaba en la negociación ramal o en otros problemas. Entonces, me llama la atención que ahora tengan tanta apertura a abordar temáticas que son absolutamente limitadas, que no se hacen cargo de los debates de empleabilidad que tenemos hoy, de garantías de derecho y, por lo tanto, creo que ahí hay un elemento que nos parece complejo.
- ¿No debieron participar?
- No me corresponde, ni nos corresponde como CUT juzgar si es correcto o no que una central participe en un espacio como ese. Pero vemos que hoy se concreta lo que para nosotros era un peligro, y por lo cual decidimos no participar, y es que esto pueda avalar la agenda y propuestas del Ejecutivo que ya estaban en su programa de gobierno: como los grupos negociadores, el reemplazo interno.
“Grupos deben desaparecer”
- De los cambios que se plantean ¿cuál genera más preocupación?
- Lo más preocupante, más allá de los puntos, es la señal del Ejecutivo respecto de cómo pretenden superar la crisis de empleabilidad. En ambas mesas lo que se pone en el centro del debate es partir de una premisa, y es que para que Chile tenga más empleo, los trabajadores tienen que tener menos derechos. Ahí hay un punto en el que no vamos a coincidir nunca con la autoridad.
Otra cosa es que en la propuesta de las mesas pareciera ser que se permite que grupos y sindicatos convivan dentro de un mismo espacio. Eso es preocupante.
- Pero ambas mesas dicen que no se les debe permitir ni el derecho a huelga ni fuero a los grupos...
- No hay que olvidar cómo surge este debate. Esto estaba en el marco de la reforma laboral, la regulación de los grupos, justamente para satisfacer los intereses de la derecha y lo que terminó ocurriendo es que como la propia derecha llevó la discusión al Tribunal Constitucional, hoy tenemos un problema de desregulación. El Ejecutivo no puede pretender decirnos que se está haciendo cargo de un déficit, porque la reforma no lo tenía. Pero más allá de eso, nosotros no estamos abiertos a que se vuelva a legislar sobre grupos. Si alguien quiere legislar, tiene que ser para que desaparezcan. Esta siempre fue la postura de la CUT.
Por eso, ahora no tengo por qué darle el beneficio al gobierno, y a un ministro del Trabajo que como parlamentario rechazó la idea de legislar cuando se tramitaba la reforma laboral en el gobierno anterior. No me digan ahora que nosotros tenemos que ser buena gente y generar grandes acuerdos cuando en el momento ellos no quisieron dialogar.
- La mesa técnica de expertos propone reponer el reemplazo interno, uno de los grandes cambios de la reforma de Bachelet.
- No nos extraña. Gran parte de los que participaron en esa mesa técnica los conocemos y siempre supimos que tenían esa posición. Son posturas que se dieron también en el debate de la anterior reforma.
- Pero ¿cómo se están preparando para enfrentar el debate legislativo?
- Hay que esperar que se conozca el proyecto de ley. Hay que ver cuál es el alcance. Si uno mira los informes, se ve que hay temas que mezclan derechos colectivos con debates sobre derechos individuales y otros temas. Acá uno ve que están mezclando peras con manzanas.
- Ante eso ¿cuál es el llamado de la CUT?
- Hay que ver el proyecto, pero si es así, creo que el llamado tiene que ser a no legislar. El gobierno tiene que entender que para hacer debates serios y responsables tiene que escuchar, realmente, a los actores. Pero más allá de eso, tengo la impresión de que hoy estamos obligados, como trabajadores y oposición, a construir un proyecto de ley alternativo. Es la única manera de que pongamos el foco en los temas reales que están aquejando a los trabajadores y trabajadoras.
- ¿La creación de esa alternativa es algo en lo que ya están trabajando? ¿qué sector los están ayudando?
- Es algo que estamos analizando y que tenemos que construir con el mundo de la oposición. Nosotros no pretendemos hacer esto solos.
- Las exautoridades laborales del anterior gobierno han estado analizando la propuesta que se encuentra elaborando el Ejecutivo ¿se han contactado con ellos?
- No hemos conversado con ellos. Lo primero es hablar con las bancadas. Hay que hablar con la bancada del partido radical, que ha estado abierta a aprobar todas las iniciativas del gobierno. Hay que conversar con los parlamentarios del mundo de la DC. Hay que discutir con ellos, convencerlos de por qué nos parecen peligrosas estas iniciativas del Ejecutivo. A partir de eso, se van a dar las condiciones para construir un proyecto de ley alternativo, puede ser en el marco de un protocolo.
“El proyecto ya está listo”
- Ustedes se bajaron de la mesa que convocó Trabajo argumentando que los cambios a la reforma deben ser analizados en el Consejo Superior Laboral ¿en esta última instancia se han abordado modificaciones?
- Hoy contamos con una institucionalidad y no le estamos sacando provecho. Cuando nos bajamos de la mesa también señalamos que nos preocupaba que la señal del Ejecutivo fuera reunirnos sólo para validar sus propuestas, y tenemos la impresión de que eso es lo que está ocurriendo ahora. A qué me siento yo a conversar con un gobierno que ya tiene construido un proyecto de ley.
- ¿Cree que el proyecto ya está listo, que se usó a las centrales y a sus dirigentes?
- Sí. Creo que está listo y que lo que están haciendo es una puesta en escena de un proyecto que ya está en el cajón del presidente Piñera. El gobierno no dialoga, esa es la tónica. El gobierno impone, construye imágenes de diálogo, pero no dialoga.
- Una alternativa que estaría analizando el Ejecutivo es la creación de un sistema alternativo de indemnización a todo evento ¿qué les parece esa idea?
- Es una propuesta peligrosa, porque si bien el Ejecutivo dice que van a convivir ambos sistemas, se puede mal usar. El riesgo de hacer convivir a los dos sistemas y, al mismo tiempo poner en el mismo nivel al empleador con el trabajador para acordar esto, se puede traducir en que al final el empleador termine imponiendo por la vía de la presión, el sistema que le salga más barato. Puede ocurrir eso.